miércoles, 22 de febrero de 2012

FORMAS DE LLEVAR LAS COMUNICACIONES Y LA ENERGÌA ELECTRICA A LO LARGO DEL TIEMPO HASTA LA ACTUALIDAD.


La electricidad

Si el gas y el combustible lo extraemos de las entrañas de la Tierra, y el biogás y el biocombustible lo producimos a partir de la materia orgánica, la electricidad no existe en la Tierra: Hay que fabricarla.
La Electricidad podemos fabricarla de varias formas diferentes, pero las más importantes son cuatro:

Pilas químicas

Quizás la forma más antigua de producir electricidad. De hecho, hay indicios, no suficientemente probados, de que incluso en tiempos antiguos los griegos y los egipcios introducían varillas de cobre dentro de tinajas rellenas de vinagre con las que podrían producir electricidad. Si es un mito o no, lo ignoro, pero esto puede hacer ver lo fácil que es, realmente, fabricar las pilas que llevamos en nuestros aparatos electrónicos portátiles.
Hay muchas variedades de pilas químicas, y con el tiempo descubriremos otras pilas mejores, más potentes, más pequeñas y más baratas, pero en cualquier caso no parece que se vayan a producir descubrimientos revolucionarios y la capacidad eléctrica de una pila química apenas tendrá importancia más que en el mundo de la electrónica portátil. Pero en el aspecto ecológico las pilas químicas son muy contaminantes. Hay que investigar y encontrar pilas que contaminen menos, mientras tanto, parece que es preferible usar baterías recargables, o si no tenemos más remedio que usarlas, arrojar las pilas gastadas en los contenedores de reciclado de pilas.

Pilas de Hidrógeno

Aún no están totalmente desarrolladas y su precio aún no permite su generalización, pero parecen tener grandes probabilidades de convertirse en la fuente energética de los vehículos de motor del futuro.
Estas pilas generan electricidad en cantidad suficiente para desplazar un coche durante horas, pero para mantenerlas en funcionamiento necesitan un suministro de hidrógeno. Por desgracia el hidrógeno no se encuentra solo en la naturaleza, siempre se encuentra mezclado con otros elementos para formar agua, metano, amoníaco, alcohol, etc. En cualquiera de estos casos, hay que separar el hidrógeno, almacenarlo, embotellarlo y enviarlo a las gasolineras para que los vehículos puedan repostar. Todo este proceso requiere energía, y, sí, requiere energía eléctrica.
Es decir, que una pila de hidrógeno no es más que un sistema por el cual la electricidad se embotella para poder llevarla hasta un motor eléctrico que hay dentro de un coche que normalmente no va a estar conectado a la red.
No es más, pero tampoco menos. Al fin y al cabo, mientras no se descubra una forma de transmitir la energía por el aire, si es que alguna vez resulta posible, hará falta llevar la energía a los lugares donde se ha de consumir, y en el caso de los vehículos o de aparatos portátiles, esto solo puede hacerse por medio de pilas. Y para vehículos de motor, las pilas de hidrógeno son la opción que, de momento parece más prometedora.

Células fotovoltaicas

Una célula fotovoltaica capta la energía solar y la convierte directamente en electricidad.
Las placas fotovoltaicas tienen una gran utilidad en lugares alejados de la red eléctrica, o para alimentar aparatos electrónicos como señales de carreteras, repetidores de radio, estaciones meteorológicas, etc.
En casi cualquier otra circunstancia, el precio de instalar una placa solar, si tuviera que amortizarse en la vida útil de una placa (30 años) requeriría aplicar un precio al Kw/h mucho más elevado que el precio de cualquiera de las demás fuentes energéticas.
Mientras no se aumente su eficiencia o disminuya su coste, instalar una placa solar en un lugar donde hay red eléctrica accesible es una estupidez (si se hace gratis), o un robo a los ciudadanos (si se acoge a las subvenciones del gobierno).
Dinamos y Alternadores
Este sistema consiste en hacer girar un imán dentro de una bobina de material conductor, o viceversa. El campo magnético en movimiento genera diferencias de potencial en el cable, iniciando una corriente eléctrica.
Este es el sistema más usado para producir electricidad, de hecho, casi toda la electricidad mundial se genera mediante dinamos o alternadores, menos un porcentaje muy, muy pequeño que genera la energía solar.
Hay dinamos de muchos tamaños y potencias, desde la que se apoya en la rueda de la bicicleta para encender un faro hasta las gigantescas dinamos de las grandes compañías eléctricas.
Como la generación de electricidad requiere que la dinamo dé vueltas sobre su eje, en un extremo de la dinamo se suele colocar algo que lo haga girar. En el caso de la dinamo de una bici, una pequeña rueda que se apoya en la rueda delantera. Por cada vuelta que dé la rueda grande, la pequeña dará cientos, generando una corriente eléctrica suficiente para encender una bombilla. En casi todos los demás casos, como la manera de empujar suele ser mediante algún fluido, se suelen usar hélices, aspas o turbinas.
Una dinamo requiere algo que empuje con fuerza, de forma continua y que podamos controlar, En caliente. Normalmente será vapor de agua, pero también pueden ser otros gases con un punto de ebullición más bajo que el agua.

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