martes, 28 de febrero de 2012

Heinrich Rudolf Hertz

Heinrich Rudolf Hertz nació el 22 de febrero de 1857 en Hamburgo, Alemania, de una familia judía que se había convertido al Cristianismo luterano. Su padre era un afamado abogado y legislador, y su madre hija de un reconocido médico. 
Criado en la fe luterana, Hertz nunca renegó de sus raíces hebreas, aunque durante toda su vida mantuvo firme adhesión al protestantismo. 

En sus comienzos había mostrado un prioritario interés en la meteorología, situación que fue cambiando a medida que progresaba en sus estudios. Descubriría que su vocación sería a la física, la que abrazó con apasionamiento durante su breve carrera. 
En 1876 comenzó a estudiar en la Universidad Politécnica de Dresde. Al año siguiente, en 1877, se enroló en la carrera de Ciencias en Munich y, finalmente, se pasó a la Universidad de Berlín. Allí culminó sus estudios y recibió su Doctorado (1880) 
Permaneció en Berlín durante un tiempo como apadrinado y asistente de Hermann Von Helmholtz, un renombrado científico y catedrático. 
En 1883 fue nombrado profesor en la Universidad de Kiel en donde comenzaría a investigar sobre los trabajos de otro grande de la ciencia, James Clerck Maxwell. 
En 1885 ingresó como docente de la Universidad de Kalsruhe. En este lugar pudo desarrollar con amplitud y experimentar sobre algunas de sus teorías, de entre las cuales surgiría su mayor descubrimiento: las ondas electromagnéticas. 

Esquema del aparato generador de ondas electromagnéticas construido por Hertz.



Hertz logró comprobar que las señales eléctricas podrían viajar a través del aire, tal como años antes lo habían predicho James Maxwell y Michael Faraday. En especial Maxwell, insistía sobre la idea de que algún día se podría llegar a transmitir sonidos e imágenes por vía aérea. 
En 1888, durante una clase en la Universidad de Karlsruhe, Hertz pudo demostrar su teoría sobre la existencia de la radiación electromagnética, utilizando un oscilador que el mismo había diseñado. Este aparato rudimentario era capaz de producir ondas de radio. 
De hecho, logró que dos partes diferentes y separadas de un aparato - un oscilador (antena emisora) y un resonador (antena receptora) que él mismo construyó- se comunicaran mediante ondas electromagnéticas a través del aire. Era la primera comunicación por radio de la historia. 

Una década más tarde, en 1897, el físico ruso Alexander Stepanovich Popov (1859-1905) inventó una antena que le permitió comunicarse con un barco a cinco kilómetros de la costa. El mismo año, el ingeniero italiano Guillermo Marconi perfeccionó el invento para lograr una comunicación a 20 kilómetros de distancia y comenzó a comercializar su invento, lo que dio origen a la industria de la radiotelegrafía.



Hertz describió la naturaleza y las propiedades de éstas, tales como la susceptibilidad a la refracción y a la reflexión. 
En 1889 fue nombrado profesor de Física en la Universidad de Bonn en donde continuó investigando. Experimentó sobre el efecto de las descargas eléctricas sobre los gases enrarecidos, logró determinar el efecto ondulatorio de los rayos catódicos y demostró que el calor proporciona una forma de radiación electromagnética. Otro de sus descubrimientos fue el efecto fotoeléctrico. 

Escribió una obra que tituló “Gesammalte Werke” que contiene tres tomos: “Sobre las ondas eléctricas”, “Trabajos varios” y ”Principios de Mecánica”. 

Heinrich Rudolf Hertz falleció muy joven, a los 37 años de edad, producto de una septicemia. Pero la posta de este gran científico fallecido un 1º de Enero de 1894, sería recogida por otros. 

Legado 

Ese mismo año, inspirado en la obra de Hertz, un italiano llamado Guillermo Marconi comenzaría sus primeras investigaciones sobre la transmisión de ondas. En 1895, estas ondas llegarían a cubrir una distancia de 2 kilómetros. En 1901, la letra “S” del código Morse atravesó el espacio sobre el Océano Atlántico y luego de viajar unos 3400 kilómetros arribó en un instante a Terranova, en el continente americano. 

En 1925, un sobrino de Heinrich Hertz, llamado Gustav Hertz, ganaría el Premio Nobel de Física por su trabajo sobre el paso de los electrones a través de los gases, algo sobre lo que había comenzado a trabajar su tío Heinrich cuando lo sorprendió la muerte. 
En otra de las aplicaciones relacionadas con los trabajos de Heinrich Hertz, el hijo de Gustav, Carl Hellmuth Hertz, inventó la ultrasonografía médica, popularmente conocida como ecografía. 

En 1933, en honor a su descubridor, se acordó denominar “hertz” (Hz) a la unidad de medida de la frecuencia de las ondas hertzianas. Palabras como kilohertz (KHz), megahertz (MHz) o gigahertz (GHz) se utilizan para mensurar la frecuencia de todo tipo de emisiones inalámbricas, como las de radio, televisión, telefonía celular, etc., así como la frecuencia de los microprocesadores de las modernas computadoras. 

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